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SANTO DOMINGO. –El presidente del Partido de la Esperanza Democrática (PED), Ramfis Domínguez Trujillo, denunció este lunes que la reubicación de su organización en la boleta electoral responde a una maniobra premeditada para perjudicar su candidatura, al ubicar al PED en el último renglón de la primera fila, en la posición número siete.
“Nosotros estamos para las presidenciales en la primera fila, el último renglón, el número siete (…), porque fue un chanchullo simple y sencillamente para hacernos daño a nosotros”, afirmó Domínguez Trujillo, durante una entrevista en el programa Revista 110.
El líder del PED sostuvo que no suele referirse al tema, pero advierte que tarde o temprano la Junta Central Electoral (JCE) deberá restablecer el orden original que le había asignado al partido. “Lo que ellos hicieron en el Tribunal Superior Electoral fue un desastre, de siete nos pasaron a 19”, subrayó.
Durante la entrevista, Domínguez Trujillo también abordó temas clave de la agenda nacional, entre ellos el empleo, la informalidad laboral y la necesidad de una política migratoria firme. “Tenemos que imponer el criterio de que los empleos sean para los dominicanos, desmontar esa informalidad en el campo laboral, donde hay una presencia masiva de haitianos informales”, expresó, proponiendo una política de formalización que permita a los empleadores cumplir con la ley y al mismo tiempo generar ingresos fiscales al Estado.
Criticó además la presión que ejerce la inmigración irregular sobre los servicios públicos: “El haitiano no paga impuestos, el dinero que ganan se va para Haití y encima son una carga sobre el sistema de salud, educación y alimentación del país”.
En su visión de desarrollo, Domínguez Trujillo propuso un ambicioso plan de modernización agrícola que contemple la automatización donde sea posible, el uso de tecnología de punta y una visión exportadora que aproveche el carácter orgánico de los productos dominicanos.
“Si llevamos el campo a su máximo potencial, en los primeros años podríamos agregar hasta 34,000 millones de dólares al Producto Interno Bruto”, sostuvo, al tiempo que lamentó el abandono de zonas productivas como San Juan, donde según explicó se podrían habilitar más de 15,000 tareas para cultivar arroz, pero no hay canales de riego ni obras hidráulicas adecuadas, como una presa en el río Mijo.
Finalmente, abogó por una transformación estructural en la agricultura dominicana, apostando por la calidad y los estándares internacionales.
“Nuestros productos son considerados orgánicos en Europa y EE.UU., pero aquí no se les da el valor ni el control que merecen. Hay que cuidar el campo, usar menos pesticidas y apostar por métodos más sostenibles”, concluyó.
Ramfis Domínguez Trujillo planteó que, con decisión política y una visión clara, el campo dominicano puede convertirse en un eje estratégico del desarrollo económico nacional.
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