SANTO DOMINGO.- La señora Autolinea Peláez y los hermanos Selim Antonio y Luis Alberto Dihmes Abuchaibe, expropietarios de Chef Pepper, firmaron este jueves un acuerdo de desistimiento y renuncia de acciones, mediante el cual se da fin a cualquier proceso judicial o extrajudicial relacionado con la venta de un vehículo tipo Jeep Land Rover, modelo Range Rover 3.0L, año 2015, por el cual fueron demandados por presunta estafa.
El acuerdo establece que Autolinea Peláez, S.R.L., renuncia expresamente a cualquier acción legal contra las otras partes, mientras que los señores Dihmes y CC Porcionados, S.R.L., realizaron pagos compensatorios por un monto total de 50,000 dólares estadounidenses, cumpliendo con un calendario de pagos previamente pactado.
Se acordó que el dinero sería pagado en tres cuotas, las cuales fueron completadas la mañana de este viernes.
Asimismo, el acuerdo contempla la entrega formal del vehículo una vez perfeccionado el pago final, garantizando la plena satisfacción de todas las partes y el cierre definitivo del conflicto.
El documento que registra la firma aclara que el acuerdo se realizó de manera voluntaria y sin coacción, y que las partes autorizaron a sus abogados a formalizar los descargos y desistimientos ante cualquier instancia legal que fuese necesaria.
El acuerdo se rige por las leyes de la República Dominicana y tiene efectividad inmediata desde su firma el 11 de septiembre del 2025.
Se recuerda que el miércoles las autoridades arrestaron a uno de los hermanos Dihmes Abuchaibe, Selim Antonio, quien permanece recluido en el destacamento del Ensanche Naco, pero tras la firma del acuerdo deberá ser liberado.
Asimismo, Luis Alberto, quien se encuentra en Miami, queda igualmente cubierto por el descargo de cualquier acción penal.
El caso surge a raíz de una querella interpuesta por Autolinea Peláez, S.R.L., cuyo gerente, Félix Emmanuel Peláez, denunció que los imputados entregaron en consignación un vehículo Land Rover Range Rover 2015, que fue vendido por la empresa a la señora Arelis Josefina Rodríguez Pou por la suma de US$46,500.
De ese monto, Autolinea supuestamente transfirió US$44,175 a la cuenta de la empresa C.C. Porcionados, S.R.L., quedándose con US$2,325 de comisión. Sin embargo, al momento de formalizar el traspaso surgió un impedimento en la matrícula del vehículo por una oposición en la DGII, que imposibilitaba el registro a nombre de la compradora.
Los Dihmes alegaron que la oposición provenía de un préstamo de una entidad bancaria del país, ya saldado, y entregaron una carta de saldo como prueba. No obstante, se descubrió que la oposición tenía origen en deudas fiscales pendientes de la empresa C.C. Porcionados, S.R.L., lo que supuestamente constituyó un engaño deliberado.
Según el expediente acusatorio, ante la imposibilidad de completar el traspaso, Autolinea Peláez se vio obligada a devolver la totalidad del dinero a la compradora, transfiriendo US$46,500 a la cuenta bancaria de Rodríguez Pou, lo que representó un fuerte golpe económico para la empresa querellante.