SHANGHÁI.- El Fondo Monetario Internacional (FMI) mantiene su pronóstico de crecimiento del producto interior bruto (PIB) de China en 4,8 % para este año y en 4,2 % para 2026, gracias a la fortaleza de las exportaciones y a políticas de apoyo que contrarrestaron el impacto de la guerra comercial.
La actualización de perspectivas económicas publicada hoy por la institución mantiene los mismos niveles de crecimiento para China que los de julio, los cuales reflejaron una tasa 0,8 puntos superior para 2025 ante la tregua comercial con EE.UU., tras semanas de escalada arancelaria que se tradujeron en un embargo comercial cruzado ‘de facto’ entre las dos mayores potencias económicas del mundo.
«Una producción más fuerte de lo esperado en los últimos trimestres, reflejando el adelanto en pedidos del comercio internacional, y un consumo relativamente sólido a nivel nacional gracias al apoyo de una política fiscal expansiva en 2025, contrarrestaron sobradamente los vientos en contra de la creciente incertidumbre y los aranceles», explica el informe.
Aunque el ‘desacople’ ha sido más rápido que en la escalada arancelaria de 2018, parte del descenso en las exportaciones a EE.UU., del 6 % en dos años, se vio compensado por un aumento de las ventas a la eurozona y al sudeste asiático, gracias también a una depreciación del yuan frente a la mayoría de divisas, excepto frente al dólar.
«La incertidumbre en política comercial se mantendrá elevada a lo largo de 2025 y 2026, incluso considerando la prolongación de la tregua comercial entre China y EE.UU. hasta noviembre», señala el documento.
El economista jefe del FMI, Pierre Olivier Gourinchas, destacó que, a nivel mundial, el impacto de la guerra comercial sobre el crecimiento «ha sido limitado hasta ahora»: «El ‘shock’ comercial ha sido menor de lo que esperábamos, pero concluir que no ha habido efectos sería prematuro e incorrecto».
En el frente fiscal, el FMI considera que la postura de Pekín es «apropiadamente expansiva» ante una demanda nacional aún débil, pero advierte que sigue lejos de lo necesario para evitar que la ratio de deuda frente al PIB aumente «de forma significativa» a medio plazo.
«Seguimos viendo graves puntos débiles en la economía china, y eso requiere acciones políticas muy significativas», exhorta Gourinchas, quien señala la política fiscal de Pekín como uno de los factores que «ha ayudado a sostener la economía mundial» recientemente.
El Fondo destaca que China ha implementado medidas para impulsar la demanda nacional, «lo que reducirá los ahorros netos y el superávit exterior».
«Para China, reconducir la economía hacia el consumo de los hogares, incluyendo medidas fiscales con mayor énfasis en el gasto social y en el sector inmobiliario, y frenar las políticas industriales reduciría el superávit exterior y aliviaría las presiones deflacionistas a nivel nacional», asegura el informe.
Los pronósticos del FMI apuntan a que el índice de precios al consumidor (IPC) se mantendrá en 0 % este año, repuntando al 0,7 % en 2026. «En China, el IPC se mantuvo en niveles muy bajos y los precios al productor (IPP, indicador que mide los precios industriales) siguieron siendo negativos».
El informe también menciona al sector de las tierras raras, minerales controlados por China y esenciales para industrias como la automotriz, defensa, aeronáutica y de semiconductores. Pese al desplome y posterior recuperación en el segundo trimestre por las restricciones chinas a la exportación de estos minerales, el impacto sobre los precios de materiales clave para imanes de tierras raras ha continuado, afectando a las cadenas de suministro ante una demanda cada vez mayor.