SANTO DOMINGO. – El Banco Central de la República Dominicana (BCRD), en su reunión de política monetaria de junio de 2025, decidió mantener su tasa de interés de política monetaria (TPM) en 5.75 % anual.
Asimismo, la tasa de la facilidad permanente de expansión de liquidez (Repos a 1 día) permanece en 6.25 % anual, mientras que la tasa de depósitos remunerados (Overnight) continúa en 4.50 % anual.
Para esta medida se tomó en consideración el incremento de la incertidumbre global, asociado al escalamiento de los conflictos geopolíticos que ha provocado una mayor volatilidad en el precio del petróleo.
También se observó que las tasas de interés permanecen elevadas en los Estados Unidos de América (EUA), ante los riesgos inflacionarios que podrían materializarse por las nuevas políticas arancelarias.
En el ámbito nacional, se tomó en cuenta que las medidas de provisión de liquidez adoptadas recientemente contribuirían a dinamizar el crédito al sector privado, conforme opere el mecanismo de transmisión de la política monetaria, en un contexto en el que la inflación se ha mantenido durante los últimos dos años dentro del rango objetivo de 4.0 % ± 1.0 % contemplado en el esquema de metas de inflación (Inflation Targeting).
En efecto, la inflación interanual fue de 3.84 % en mayo de 2025, mientras que la inflación subyacente, que excluye los precios de los componentes más volátiles de la canasta, se ubicó en 4.22 % en ese mismo mes, ambas en torno al centro de la meta. Los modelos de pronósticos del BCRD indican que la inflación general y la subyacente continuarán dentro del rango meta de 4.0 % ± 1.0 % durante los años 2025 y 2026, en un escenario activo de política monetaria.
Es importante destacar que durante el último semestre de 2024, el Banco Central redujo su tasa de interés de referencia en 125 puntos básicos de forma acumulada. Ante un panorama internacional convulso y de elevada volatilidad, durante el primer semestre de 2025 el BCRD ha mantenido sin cambios su tasa de política monetaria, adoptando además medidas macroprudenciales con el objetivo de fortalecer la estabilidad financiera.
Para mitigar el impacto de la incertidumbre y de condiciones financieras externas restrictivas sobre el mecanismo de transmisión de la política monetaria, la Junta Monetaria aprobó en junio un conjunto de medidas orientadas a facilitar el crédito a los sectores productivos a través de los intermediarios financieros, por un monto de RD$81 mil millones. Específicamente, se autorizó la liberación de recursos del encaje legal por RD$50 mil millones, junto a RD$14 mil millones disponibles de la medida de encaje legal aprobada en noviembre de 2024, para canalizar préstamos a los sectores productivos a una tasa de interés no mayor al 9 % anual. Además, se aplazó por seis meses el retorno de RD$17 mil millones correspondientes a facilidades de liquidez previas que vencían a partir de junio del presente año.
En el entorno internacional, las perspectivas económicas de EUA se han deteriorado y se espera un crecimiento de 1.5 % para 2025, según Consensus Forecasts. En ese orden, el crecimiento de la economía estadounidense en el primer trimestre de 2025 se redujo a -0.5 % intertrimestral anualizado, con lo que la variación interanual del producto interno bruto (PIB) se moderó a 2.0 %. Mientras, la inflación se ubicó en 2.4 % en mayo, por encima de la meta de 2.0 %. En este escenario, la Reserva Federal mantuvo la tasa de referencia en su reunión de junio, previéndose que reanude los recortes en el segundo semestre del año.
En la Zona Euro, se proyecta que el PIB crecerá un 1.0 % en 2025, afectado por los conflictos geopolíticos y las tensiones comerciales. La inflación interanual se situó en 1.9 % en mayo, inferior a la meta de 2.0 %. Ante este panorama, el Banco Central Europeo redujo su tasa de política monetaria en 25 puntos básicos en junio para estimular la demanda agregada, y se espera un recorte adicional en lo que resta del año.
En América Latina, se anticipa que el crecimiento económico continuará moderado durante el resto de 2025, con una expansión de 2.0 %. No obstante, debido a los elevados niveles de incertidumbre, la mayoría de los bancos centrales mantiene sin cambios sus tasas de interés de política monetaria, entre ellos Chile, Colombia, Costa Rica, Guatemala, Paraguay, Uruguay y República Dominicana. Por otro lado, el Banco Central de Brasil continuó incrementando su tasa de referencia ante el resurgimiento de fuertes presiones inflacionarias.
En cuanto a las materias primas, el precio por barril del petróleo intermedio de Texas (WTI) presentó una mayor volatilidad en junio a raíz de los conflictos en Medio Oriente. Tras alcanzar un máximo de US$76 por barril a mediados de mes, el precio se moderó a US$65 al cierre de junio. Por otro lado, el precio del oro se mantiene cerca de US$3,300 por onza troy, al ser utilizado como activo de resguardo en un panorama internacional complejo.
En el ámbito nacional, el indicador mensual de actividad económica (IMAE) registró un crecimiento interanual de 3.1 % en mayo de 2025, impulsado por un mejor desempeño de los sectores minería, agropecuario, manufactura y construcción. De esta forma, el crecimiento promedio acumulado fue de 2.6 % durante enero-mayo. Hacia adelante, se espera que la economía dominicana crezca entre 3.0 % y 4.0 % en 2025, conforme se disipe la incertidumbre global y existan espacios para continuar flexibilizando las condiciones monetarias que contribuyan a dinamizar la demanda interna.
En ese orden, el crédito privado en moneda nacional registra un crecimiento interanual cercano al 8 % al cierre de junio y se proyecta que acelere su ritmo de expansión en el segundo semestre, hasta ubicarse entre 10 % y 12 % al cierre del año. De igual forma, los agregados monetarios más amplios continúan creciendo a tasas similares a la expansión del PIB nominal, en línea con lo previsto en el programa monetario del BCRD.
En el sector externo, las exportaciones totales superaron los US$6,100 millones en enero-mayo de 2025, creciendo un 9.8 % interanual, mientras que las remesas alcanzaron los US$4,900 millones en igual período, aumentando un 11.9 %. Además, se proyecta que la inversión extranjera directa superará los US$4,700 millones en 2025, lo que permitiría cubrir el déficit de la cuenta corriente. La evolución favorable de las actividades generadoras de divisas ha contribuido a mitigar el impacto de la incertidumbre sobre el mercado cambiario, observándose una apreciación acumulada del peso dominicano en torno al 2.3 % a junio de 2025.
En este contexto, las reservas internacionales se ubicaron en torno a US$14,700 millones en junio, equivalentes a cerca del 11 % del producto interno bruto y unos cinco meses de importaciones, superando las métricas recomendadas por el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Es importante resaltar que la economía dominicana cuenta con sólidos fundamentos macroeconómicos y un sector productivo resiliente, lo que se refleja en una mejor percepción del riesgo país en comparación con el promedio de América Latina y otras economías emergentes. En este entorno internacional desafiante, el Banco Central de la República Dominicana continuará monitoreando la evolución de la economía y reitera su compromiso de adoptar oportunamente las medidas necesarias para preservar la estabilidad macroeconómica y mantener la inflación dentro del rango meta.