Los Ángeles, EE. UU. – La actriz Brianne Howey, quien interpreta a Georgia Miller en la exitosa serie Ginny & Georgia, reveló en una reciente entrevista que la tercera temporada, ya disponible en Netflix, será la más intensa emocionalmente hasta ahora. En el pódcast The Squeeze, conducido por Taylor Lautner y su esposa Tay Dome, Howey habló abiertamente sobre los giros narrativos de la nueva entrega, su experiencia como madre, el duelo por la pérdida de su madre y el impacto de la serie tanto en el público como en su vida personal.
“Es una temporada más pesada que las anteriores”, afirmó la actriz, destacando que aunque la serie se clasifica como young adult, toca temas universales como la maternidad, los vínculos familiares y las consecuencias emocionales de las decisiones.
Una dinámica madre-hija transformada
La nueva temporada retoma la historia apenas dos semanas después del impactante final anterior, en el que Georgia es arrestada el día de su boda. Según Howey, la relación entre Ginny y Georgia evoluciona profundamente:
“Intercambian roles, no como en Un viernes de locos, pero sí toman páginas del libro de la otra”, comentó.
La actriz prometió que los fanáticos encontrarán “mucho payoff emocional”, con momentos reveladores que exploran la identidad, el trauma y la responsabilidad.
La maternidad, el duelo y la actuación desde lo personal
Durante la conversación, Howey compartió cómo su maternidad reciente influyó en su interpretación. Tras la muerte de su madre a los 43 años, la actriz vivió un duelo no procesado durante años. Fue la pandemia lo que la llevó finalmente a iniciar un proceso terapéutico que, según sus palabras, “cambió su vida”.
“Ahora interpreto a Georgia desde un lugar distinto. No solo desde el dolor, sino desde la admiración”, explicó.
Inspirada por su madre, quien fue CEO de su propia empresa a los 30 años, Howey dijo que esa figura de mujer fuerte le sirvió de guía emocional en cada escena.
Producción exigente y apoyo familiar
El rodaje de esta temporada la llevó a viajar con su familia a Nueva York y luego a Toronto por más de cuatro meses, experiencia que describió como retadora pero enriquecedora. Agradeció el apoyo de su esposo, quien trabajó de forma remota, y de su niñera. “No podría haberlo hecho sin ellos”, afirmó.
También reflexionó sobre el equilibrio entre ser madre y actriz, reconociendo que las dudas sobre el vínculo con su hija eran infundadas: “Es una narrativa falsa. La calidad del tiempo es lo que importa”.
Conexión con la audiencia y el elenco
Howey también habló sobre el profundo impacto que la serie tiene en los espectadores. Contó que una mujer le agradeció en una boda porque la serie le ayudó a entender su relación con su madre. “Ese tipo de cosas dan sentido a los días emocionalmente exigentes”, dijo.
Destacó, además, la confianza desarrollada con Antonia Gentry, quien interpreta a Ginny: “Se ha convertido en una extensión de mí”.
Una invitación a explorar temas reales
Brianne Howey concluyó la entrevista con una invitación al público para que no se pierda esta temporada más oscura y compleja:
“Es un privilegio ser parte de un show que no rehúye temas difíciles”, aseguró.
Además de los aspectos dramáticos, la actriz también compartió detalles íntimos de su vida, como el apoyo emocional de su perro Bodie —un cruce entre pastor australiano y pitbull— adoptado durante la pandemia, y cómo su historia personal sigue entrelazada con la de su personaje.