Mientras las largas filas, galones amarillos o estaciones de combustible cerradas dominan hoy el paisaje urbano de Haití, el Gobierno se desentendió de la crisis y culpó a las empresas distribuidoras.
Desde hace unas dos semanas, la gasolina se convirtió en un bien escaso, y su precio informal puede llegar a triplicar el oficial, al tiempo que servicios como la transportación colectiva aumentaron vertiginosamente su precio