China.- En 2024, la isla china de Hainan dio un giro radical a su imagen de destino turístico al establecer un marco legal que permite la comercialización de tecnologías biomédicas innovadoras, incluyendo tratamientos aún en fase experimental. Este avance convierte a la zona médica especial de Lecheng en un nuevo centro global de innovación sanitaria.
Bajo estas regulaciones, los pacientes pueden acceder a terapias como vacunas personalizadas de ARNm, tratamientos génicos y celulares oncológicos sin tener que esperar la aprobación formal o incurrir en los altos costos de atención médica en el extranjero, según informó el South China Morning Post.
Tratamientos accesibles y pioneros
Uno de los casos más representativos es el de la vacuna LK101, desarrollada por Likang Life Sciences, diseñada para prevenir recaídas en cáncer de pulmón. Con un precio de 150.000 yuanes (unos 20.800 dólares), se presenta como una alternativa significativamente más accesible frente a otras opciones occidentales que pueden superar los 7,2 millones.
El doctor Wang Yongsheng, oncólogo principal del proyecto, destaca que este nuevo enfoque permite “democratizar terapias que antes solo estaban disponibles en ensayos clínicos altamente restringidos”.
En la misma línea, seis tratamientos dirigidos a enfermedades como artritis e insuficiencia cardíaca ya han sido autorizados para uso temprano en Lecheng, de un total de catorce aprobados hasta el momento, todos bajo una estricta supervisión regulatoria.
Innovación bajo vigilancia y desafíos legales
Actualmente, solo dos instituciones médicas están habilitadas para ofrecer estos tratamientos en Lecheng: el West China Lecheng Hospital, que combina suites médicas con vistas panorámicas y jardines tropicales, y una filial del Ruijin Hospital de Shanghái.
Ambos centros exigen datos clínicos sólidos de fases tempranas, así como múltiples revisiones éticas antes de permitir la administración de cada terapia. Wang Xiaoyi, vicepresidente del hospital West China Lecheng, advierte que, como pioneros del modelo, sienten la presión de no fallar, ya que buscan replicarlo en otras ciudades del país.
A pesar de los avances, algunos expertos plantean preocupaciones sobre los riesgos legales y éticos asociados. Señalan la falta de claridad en la definición de lo que se considera una “nueva tecnología biomédica” y advierten sobre posibles vacíos en la protección de los pacientes que acceden a estos tratamientos experimentales.