La vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, sorprendió este sábado a los participantes en una marcha con motivo del mes del orgullo LGBTQ+ al sumarse a sus filas durante parte del recorrido, además de abogar por una mejor protección para las personas transgénero en el país.
Vestida con una chaqueta rosa y una camiseta con el lema “Love is love” (“El amor es amor”), Harris se sumó a la marcha del orgullo organizada por una organización local de Washington junto a su esposo, Doug Emhoff.
Ambos caminaron entre los participantes durante unos pocos metros, y saludaron a quienes les vitoreaban desde las aceras en el centro de la capital, donde el mes del orgullo inspira anualmente muchas celebraciones.
“¡Feliz (mes del) orgullo!”, exclamó Harris a quienes la aclamaban, antes de detenerse y pronunciar un mensaje más elaborado.
“Tenemos que asegurarnos de que nuestra comunidad transgénero y nuestros jóvenes están protegidos. Todavía necesitamos protecciones relacionadas con el empleo y la vivienda. Hay mucho más trabajo que hacer, y sé que estamos comprometidos”, recalcó.
La vicepresidenta se pronunció así poco después de que el mandatario estadounidense, Joe Biden, emitiera un comunicado con motivo del quinto aniversario del peor ataque contra la comunidad LGTBQ+ de la historia de EE.UU., el tiroteo que dejó 49 muertos en la discoteca gay Pulse de Orlando (Florida).
En su comunicado, Biden pidió aumentar el control de armas y destacó “el impacto particular de la violencia armada en las comunidades LGTBQ+”, además de condenar “la epidemia de violencia y odio contra las mujeres transgénero, especialmente las mujeres transgénero que no son blancas”.
Al menos 44 personas transgénero o de género no binario fueron asesinadas a tiros o por otros medios en Estados Unidos en 2020, el año más letal para ese colectivo en la última década; y otras 28 han fallecido de la misma forma en lo que va de 2021, según la organización Human Rights Campaign (HRC).
Biden pidió al Senado que apruebe “rápidamente” la Ley de Igualdad, ya refrendada por la Cámara de Representantes en febrero pasado y que prohibiría “la discriminación por motivos de sexo, orientación sexual e identidad de género” en espacios públicos y en los programas sociales financiados con fondos federales.
El gobierno de Biden ha puesto énfasis en la diversidad en el gobierno federal, y la Casa Blanca señaló el martes que el 14% de todos los nombramientos presidenciales se identificaron como lesbianas, gays, bisexuales, transexuales o queer. Pete Buttigieg, secretario de Transporte, fue el primer secretario del gabinete abiertamente gay confirmado por el Senado, y la doctora Rachel Levine, subsecretaria de Salud del Departamento de Salud y Servicios Humanos, fue la primera funcionaria federal abiertamente transgénero confirmada por el Senado.
Las opiniones de Biden sobre los derechos de los homosexuales han evolucionado a lo largo de sus décadas. Mientras en los 90′ votó a favor de la Ley de Defensa del Matrimonio, bloqueando el reconocimiento federal de los matrimonios del mismo sexo, y a favor de cortar los fondos federales a las escuelas que enseñaban la aceptación de la homosexualidad, como vicepresidente, fue el demócrata de más alto rango que apoyó inicialmente el matrimonio entre personas del mismo sexo en 2012, revelando su posición en una entrevista televisiva. De hecho, se le atribuye el mérito de haber empujado al presidente Barack Obama a expresar su apoyo al matrimonio gay unos días después.
La decisión de Biden de apoyar el matrimonio entre personas del mismo sexo, tras años de decir que creía que el matrimonio era entre un hombre y una mujer, se consideró un momento decisivo para los líderes del país en cuestiones de L.G.B.T.Q.
Infobae
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