Santo Domingo. La espera de ocho temporadas en Ligas Menores, nunca fue motivo de desesperación para Luis Barrera, quien hoy luego de muchas altas y bajas, acaricia el momento de convertirse en el dominicano número 821 en debutar en Grandes Ligas.
“Fue algo increíble, no me lo esperaba, pero tenía fe en Dios, que tenía la oportunidad de jugar en la Gran Carpa este año con los Atléticos de Oakland”, expresó emocionado Barrera, por vía telefónica desde la ciudad de los Ángeles para Licey.com.
Lo que inicio como un día normal para Luis, el lunes 17 de mayo se transformó en uno de los momentos más memorables de su vida cuando el dirigente de Las Vegas Aviators, Fran Riordan dio instrucciones para que lo sustituyeran en el encuentro.
“Estaba jugando en la tercera entrada, y cuando me sacan, me quedó sorprendido. Cuando le preguntó, él me abraza y me dice bienvenido a las Grandes Ligas. En ese instante, me quede boquiabierto y se me salieron las lágrimas de emoción”, manifestó el jardinero dominicano, quien fue firmado por Oakland, el tres de julio en 2012 por 450,000 mil dólares.
Justo en ese instante y en el recorrido de llegar hasta el estadio Minute Maid Park, hogar de los Astros de Houston, Luis recordó todo lo que había experimentado para lograr materializar sus sueños.
Desde el momento que se enamoró de un bate a los 11 años; la travesía de firmar en el 2012, la adaptación a otro país, la cirugía debido a una lesión en el hombro izquierdo, el nacimiento de su hija, y cuando se pensó que la campaña 2020 sería su aparición en Las Mayores, llegó la pandemia de Covid-19, que paralizó todo.
“Nunca desistí en mi camino de llegar a Las Mayores. Siempre luché para seguir mis sueños. Después de la operación en el 2019 me dio un poco de miedo regresar y más para batear, pero gracias a Dios que me acompaño siempre”, indicó Luis, de 25 años, que en el béisbol invernal dominicano, pertenece a los Tigres del Licey.
“Después de la temporada de 2018, hubo un antes y después en mi vida, gracias al nacimiento de mi hija Lizmarlin, me prometí a mi mismo, que iba a trabajar duro. En este año, decidí que colocaría el último grano de arena para que me ascendieran a Grandes Ligas, y así se cumplió. Ahora es mantenerme”, dijo Barrera, quien bateó .349, 15 indiscutibles, dos jonrones, siete remolcadas en 11 encuentros en esta temporada con Las Vegas, sucursal de Triple A del conjunto californiano.
El nativo de Tamboril, Santiago está más consciente que nunca que ahora comienza un arduo trabajo para él de convertirse en un jugador de todos los días en Las Mayores.
“Soy nuevo en el equipo, pero el capataz Melvin sabe la clase de pelotero que soy, estoy esperando el momento que me dé para aprovecharla. Él se siente orgulloso de tenerme aquí y no lo defraudaré. Es hora de comenzar”, agregó Luis, quien fue el Jugador Más Valioso del Juego de Estrellas de la Liga de Texas en 2019.
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