EL NUEVO DIARIO, SANTO DOMINGO. – La Policía Nacional informó que el individuo que intentó simular un asalto este jueves en una sucursal del Banco Popular, ubicada en Higüey, provincia La Altagracia, no portaba ningún tipo de arma y que presenta aparentes trastornos mentales, por lo que está siendo investigado bajo custodia policial.
El vocero de la institución, coronel Diego Pesqueira, explicó que el incidente ocurrió alrededor del mediodía cuando el joven Ye Neuri Mesa, de 21 años de edad, ingresó al establecimiento con una mochila y simuló tener un arma de fuego amenazando con cometer un robo.
“Una persona con aparentes trastornos mentales ingresó a la sucursal con una mochila, simuló que tenía un arma y amenazó con cometer un robo. Gracias a la rápida intervención del personal de seguridad, fue reducido y detenido sin que nadie resultara herido”, indicó Pesqueira.
El oficial aclaró que las primeras versiones que circulaban sobre un asalto armado o la participación de varios hombres son totalmente falsas. “La persona actuó sola, no estaba armada y la situación fue controlada sin mayores consecuencias”, subrayó.
Pesqueira precisó que el joven fue entregado a agentes de la Policía Nacional apenas tres minutos después del intento de amenaza y se encuentra bajo investigación en la Dirección Regional Este, en Higüey.
Asimismo, señaló que la entidad bancaria emitió un comunicado confirmando que ningún cliente ni empleado resultó afectado y que las operaciones se restablecieron con normalidad poco después del suceso.
El vocero destacó la rápida respuesta del personal de seguridad del banco y de los agentes policiales, lo que permitió neutralizar la situación sin daños materiales ni víctimas.
Las autoridades investigan los motivos del comportamiento del detenido y determinarán si será sometido a una evaluación médica para confirmar su condición mental.
“Reiteramos que el individuo no portaba ningún arma de fuego. Todo quedó bajo control y no hubo lesionados”, puntualizó Pesqueira.
La Policía Nacional hizo un llamado a la población a no difundir informaciones no verificadas sobre hechos delictivos, recordando que la desinformación puede generar alarma innecesaria y entorpecer las investigaciones oficiales.