El príncipe Enrique de Inglaterra confesó que, durante una época de su vida, recurrió a las fiestas y al alcohol “como una forma de escape” del dolor que sentía tras las muerte de su madre Diana y su encaje en la familia real británica.
En una nueva serie documental titulada The Me You Can’t See (Lo que no puedes ver de mi), que ha creado junto a la famosa presentadora estadounidense Oprah Winfrey, Enrique comparte detalles de cómo fue su vida con los Windsor tras la muerte de su madre, especialmente los primeros años de su juventud, y su lucha por mantener su estabilidad metal, según la revista People.
“Estaba dispuesto a beber, estaba dispuesto a tomar drogas, estaba dispuesto a intentar hacer las cosas que me hacían sentir menos como me sentía”, le confiesa en el documental a Winfrey, que ha emitido su primer capítulo en la plataforma Apple TV.
“Pero poco a poco me di cuenta de que, está bien, no estaba bebiendo de lunes a viernes, pero probablemente bebería el equivalente a una semana en un solo día, un viernes o un sábado, por la noche. Y estaba bebiendo, no porque lo disfrutara, sino porque estaba tratando de enmascarar algo”, precisa en la entrevista.
En esa charla confiesa que la época más feliz de su vida fueron los 10 años que estuvo en el Ejército “porque no había un trato especial por ser miembro de la realeza”.
Sus problemas de salud mental se intensificaron después de la muerte de su madre, la princesa Diana, en agosto de 1997. En ese momento, Harry tenía solo 12 años.
“Soy una de las primeras personas en reconocer que, en primer lugar, tenía miedo, cuando fui a terapia por primera vez, miedo a perder”, asegura.
“Cuatro años de terapia para una persona que nunca pensó que alguna vez la necesitaría o haría terapia es… eso es mucho tiempo. Yo tampoco estaba en un ambiente en el que se animara a hablar de eso”, se queja, al referirse a la falta de comunicación con su familia.
Enrique de Sussex también explica que pensó que “necesitaba” terapia debido al “pasado, para curarse del pasado”, principalmente de la muerte de su madre.
“No quiero pensar en ella, porque si pienso en ella, va a salir a relucir el hecho de que no puedo traerla de vuelta y me va a entristecer. ¿De qué sirve pensar en algo triste?. Y simplemente decidí no hablar de eso. Nadie hablaba de eso”, recuerda.
“Estaba tan enfadado con lo que le pasó, y con el hecho de que no hubiera justicia en absoluto… La misma gente que la persiguió por ese túnel la fotografió muriendo en el asiento trasero de ese coche”, añadió.
Después de la muerte de Diana de Gales, Enrique cree que tenía “la cabeza metida en la arena y simplemente se resquebrajaba”, y agrega: “Si la gente hubiera dicho: ‘¿Cómo estás?’ diría que ‘bien’. Nunca feliz. Nunca triste, muy bien. Bien fue la respuesta fácil”.
Soportaba “ataques de pánico [y] ansiedad severa” durante sus deberes reales en sus veintitantos, un período que él llama un “tiempo de pesadilla en mi vida” debido a estar en “modo de lucha o huida” y “enloqueciendo” a menudo.
“Cada vez que me subía al automóvil y cada vez que veía una cámara, empezaba a sudar. Sentía como si la temperatura de mi cuerpo fuera dos o tres grados más alta que la de todos los demás en la habitación. Me convencía a mí mismo de que mi rostro estaba rojo brillante y todos podían ver cómo me sentía, pero nadie sabría por qué”, comparte el nieto de la reina Isabel.
“Ahora, en retrospectiva, mirando hacia atrás, todo es cuestión de tiempo. Hacia el final de mis 20, todo se volvió realmente agitado para mí. Hasta el punto del agotamiento, estaba viajando por todos lados” porque desde la perspectiva de su familia se planteaba así: “Necesitamos que alguien vaya allí: Nepal, Harry. Ve tú”.
Reconoce que siempre fue asertivo con sus obligaciones pero eso le llevó al agotamiento.
Appel TV estrenó el 21 de mayo esta producción en la que también han participado Lady Gaga, Glenn Close, Zack Williams y la boxeadora Virginia Fuchs, entre otros invitados.
Según Apple, los productores del formato han contado con la supervisión de 14 especialistas y organizaciones de diferentes partes del mundo para hablar de tratamientos y terapias sobre salud metal.
La serie contará también con los testimonios de personas de diferentes edades, género y condición sociocultural, añadió la plataforma.
Esta es la segunda colaboración entre Winfrey y el nieto de la reina Isabel II después de la mediática entrevista que él y su mujer, Meghan Markle, concedieron a la presentadora a principios de marzo.
Los duques de Sussex fueron los protagonistas de una gran polémica cuando, en esa conversación, Markle acusó a la Casa Real británica de racismo, señaló al Palacio de Buckingham por perpetuar mentiras sobre Enrique y ella, y admitió que tuvo pensamientos suicidas por la presión que sufrió.
“Pensé que mi familia me ayudaría, pero cada petición, solicitud, advertencia, lo que sea, solo se encontró con el silencio total o la negligencia total”, dijo al respecto el príncipe.
En la entrevista también confesó que para el funeral de su abuelo, el príncipe Philip, en la que tuve que volver a Londres, se sintió tenso y ansioso.
Agencias
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