MADRID.- Luis Rubiales, ex presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), criticó al Gobierno y al presidente Pedro Sánchez y declaró que, los días posteriores al incidente con Jenni Hermoso, fue invitado a dimitir bajo la amenaza de echar a todo su equipo si no lo hacía.
Durante la presentación de su libro ‘Matar a Rubiales’, Rubiales lamentó la actuación del Gobierno tras el Mundial que ganó la selección española femenina y cargó contra muchas políticas y leyes feministas que, a su juicio, son injustas para muchos hombres.
«Todo esto es algo que va más allá. Es una realidad falsa, un movimiento, algo político. Yo prometí que no iba a mentir. Y cuando dimití, lo hice por salvar a mis compañeros. Alguien del Gobierno me mandó este mensaje: ‘Si te vas, tu equipo se salva. Si no, se van contigo’, explicó.
«El Gobierno me dijo que dimitiera un lunes antes de las nueve de la mañana o que echaba a todo mi equipo. Si no lo hacía, mi equipo estaría fuera. Y que nos veríamos en los juzgados y que irían a la FIFA. Ese es el Gobierno que tenemos”, añadió.
Además, criticó la actitud del presidente Pedro Sánchez cuando recibió en Moncloa a las jugadoras, cuerpo técnico y presidente de la Federación tras ganar el Mundial.
«Cuando voy a Moncloa, que era mi obligación después de ganar a España, algo que me pudo decir algo a la cara (Pedro Sánchez), salió dos días después a hablarlo públicamente. No fue valiente para decírmelo», señaló.
Además, recordó que Pedro Sánchez «hizo lo de la amnistía», entregó «el alma por un país» y luego no se atrevió a criticarle en persona cuando tuvo la oportunidad.
«Lo han hecho con teatralidad, desproporción… Era muy difícil luchar contra eso. Voy a luchar porque este país no se merece que los agresores sexuales queden libres y a mí me tachen de eso sin serlo. He pasado días malos más por mi familia que por mí», añadió.
Condenado por un delito de agresión sexual por el beso a Jenni Hermoso durante la celebración de la consecución del Mundial (y a la espera del recurso en el Tribunal Supremo), Rubiales insistió en que se «morirá» sin reconocer que su acción no fue consentida.
«Ella (Hermoso) y yo sabemos que no ha dicho la verdad. Ocurrió lo que ocurrió. He pedido un perdón profundo por mi comportamiento excepcional. Con una tensión que tenía que estallar por algún lado. Cuando tienes querellas, un boicot de 18 futbolistas, un seleccionador que lo pasa mal… Y ocurrió que me equivoqué. Me voy a morir sin reconocerlo porque no es verdad”, manifestó.
Además, dijo que cree en la justicia pese a que «están siendo presionados desde otros poderes» y dejó claro que un juez no quiere dictar sentencias falsas.
«Soy radicalmente opuesto a que el fiscal general dependa del gobierno. Un fiscal general, en mi caso, llamó a la supuesta víctima. A otras no las llaman. Ningún gobierno en los últimos años han querido dar material y medios para disfrutar de una justicia rápida. Como decía Séneca, la justicia lenta es una injusticia en sí”.
“La ley está para protegernos a todos, a las mujeres y a los hombres. Creo en un futuro mejor y todavía no hay una sentencia firme. Vamos a esperar que sus señorías decidan en el sentido qu creemos que es justo. Vamos a esperar y vamos a tener fe”, expresó.
También criticó la salida de Andreu Camps de la Federación e indicó que fue «el mejor trabajador» que ha habido en la organización y lamentó cómo ha evolucionado el montaje del Mundial de 2030 que se disputará en España, Marruecos y Portugal.
“Teníamos la final y la semifinal pactada con Marruecos para que se jugara en España. Once días tardaron en echar a Camps. Ahora hablan de dónde se jugará la final”.
Preguntado por su relación con Javier Tebas, presidente de LaLiga, aseguró que es «un hombre sin alma» y lamentó que el presidente de la RFEF, Rafael Lauzán, le haya «puesto tabla rasa en la organización».
«Le da igual mentir para llegar a donde sea. Y de Lauzán no hablo mal. Hago justicia. En su precampaña dijo que su relación conmigo era tensísima, que el ‘Rubialismo’ es otra pantalla. Luego miré los mensajes en los que me hacía la pelota continuamente, donde dos días después de venir de Australia me decía que estaba para lo que necesitara. Si se hubiese callado no habría hecho sangre. Pero si miente, tengo que reaccionar».
Rubiales hizo estas declaraciones durante la presentación del libro ‘Matar a Rubiales’, que repasa su gestión al frente de la RFEF y da su versión sobre lo ocurrido en la final del Mundial femenino de 2023 con la jugadora Jenni Hermoso, a la que besó sin su consentimiento, acto que desencadenó su dimisión al ser suspendido por la FIFA y su posterior condena por agresión sexual.




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