INFOEXPRESS.- El seísmo, cuyo epicentro ha sido cerca del norte de Siria, ha dejado fallecidos en ambos lados de la frontera, y se ha podido sentir también en el Líbano
Al menos 2,300 personas han muerto en Turquía y Siria por un terremoto de 7,4 de magnitud durante la madrugada de este lunes y cuyo epicentro ha sido cerca de la ciudad de Kahramanmaras, en el sureste de Turquía y a pocos kilómetros de la frontera con Siria.
El seísmo, el de más magnitud que se recuerde en el país anatolio desde 1999 —ese, cercano a Estambul, fue de 7,6 y dejó más de 17.000 muertos— ha provocado la destrucción de miles de edificios de viviendas en varias ciudades de la región, como Adana, Antakya, Kilis, Gaziantep, Malatya y Diyarbakir, además de Kahramanmaras.
“Nuestros equipos de búsqueda y rescate han sido mandados inmediatamente hacia las regiones afectadas por el terremoto. Nuestro Ministerio del Interior, servicios de emergencias y gobernadores están trabajando rápidamente”, ha dicho en sus redes sociales esta madrugada el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan.
En total, de los más de 1.500 muertos, 284 de los fallecidos han ocurrido en el lado turco de la frontera; los demás, más de 230, han ocurrido en regiones de Siria controladas por el gobierno de Damasco y de Bashar al Asad, sobre todo en las provincias de Alepo, Hama, Latakya y el Tartús, según el gobierno sirio.
Las cifras, sin embargo, no harán más que aumentar en los dos países: la región vive esta semana una ola de frío y una tormenta invernal con precipitaciones de nieve y heladas previstas hasta, como mínimo, el jueves de esta semana. Además, según asegura el gobierno turco, las tareas de rescate no han hecho más que empezar, y habría, en la actualidad, cientos o incluso miles de personas atrapadas bajo las runas de sus edificios destruidos.
Las imágenes de televisión en Turquía muestran como ciudadanos, de madrugada y durante esta mañana, intentan levantar los escombros para sacar a sus vecinos de debajo de las runas.
El terremoto principal ocurrido este lunes de madrugada ha empezado a las 4h locales, y ha sido catalogado de 7,4 en la escala de Richter. Sin embargo, durante las horas siguientes, han sido registradas más de una decena de réplicas en toda la región, algunas de las cuales han sido de una magnitud de hasta 6.6 a la escala de Richter.
“Pedimos a nuestros ciudadanos que no usen demasiado el teléfono y que mantengan las líneas de telecomunicaciones sin ocupar, y que salgan de sus casas y no se queden en ellas. Las réplicas podrían provocar el colapso de más edificios que hayan sido dañados en el primer seísmo”, ha pedido el gobierno turco en un comunicado.
“Hemos recibido de varios países ofertas de ayuda. Les hemos comunicado que ahora, lo que necesitamos, es equipamiento médico y asistencia en las tareas de rescate de las víctimas”, ha dicho el vicepresidente turco, Fuat Oktay, en una rueda de prensa desde la capital turca, Ankara.
Fuente: El Periódico
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