SANTO DOMINGO.- El expelotero dominicano José Vizcaíno compartió en Abriendo el Podcast un emotivo recuerdo de su infancia que marcó para siempre su camino en el béisbol.
“Debería haberlo dicho al principio…”, comenzó Vizcaíno, recordando aquel momento cuando, con apenas ocho años en su cumpleaños, le pidió a su madre un carrito de bomberos con escalera para su cumpleaños. Su madre, conmovida, le explicó que no había dinero para comprarlo. “Empecé a llorar. Y ella también empezó a llorar”, relató.
Fue entonces cuando surgió una promesa casi profética. “No sé, fue Dios que me puso eso… Yo le dije a mi mamá que dejara de llorar, que no se preocupara, que yo iba a ser pelotero, iba a firmar con los Dodgers y me iba a comprar todos los juguetes que yo quisiera. Con ocho años…”, recordó Vizcaíno.
Nueve años después, la historia pareció escrita por el destino, un scout de los Dodgers llegó a Palenque para firmarlo. Su madre, emocionada, rompió en llanto al recordar aquella promesa que su hijo le había hecho casi una década atrás.
Vizcaíno debutó en las Grandes Ligas con los Dodgers en 1989, cumpliendo así el sueño que había proclamado siendo apenas un niño.
Hoy, ese mismo mensaje lo comparte con los jóvenes peloteros en las menores: “Es un consejo que siempre le doy a los muchachos en Ligas Menores, nunca duden de ustedes mismos. Yo nunca dudé de mí”.
“A los ocho años yo dije que iba a ser pelotero de los Dodgers en la Liga… Me enfoqué, trabajé duro y lo hice realidad”, concluyó, dejando claro que la fe y el esfuerzo pueden convertir hasta el más lejano de los sueños en historia.