Por Charliza Lopez
A menos de dos meses, se han registrado varios casos con características similares en la sociedad dominicana: personas que fueron castigadas por delitos, cumpliendo condenas que en ocasiones superaron una década, y que, al salir de prisión, en lugar de reintegrarse a la sociedad, vuelven a perpetrar los mismos hechos.
A continuación, presentamos los casos más recientes que ilustran esta problemática social, mostrando cómo la reincidencia continúa afectando a la comunidad y cuestionando la efectividad de la justicia y la rehabilitación de los centros penitenciarios de la República Dominicana.
Agresor de pareja
Katerin Rodríguez, de 24 años, fue atacada por su expareja, quien acababa de salir de prisión tras cumplir un año de una condena de cinco por violencia física en su contra, y ahora volvió a agredirla, secuestrándola, golpeándola y apuñalándola. El agresor, que debía cumplir el resto de su condena bajo prisión domiciliaria, le advirtió que “salió para matarla”.
Estafador
Wilkin García Peguero (“Mantequilla”), quien había sido condenado a dos años de prisión por estafar a decenas de personas a través de su empresa 3.14 Inversiones, volvió con un nuevo esquema piramidal llamado “Dinero 3.0”. A pesar de salir de prisión bajo condiciones específicas, retomó las mismas prácticas fraudulentas por las que fue procesado, esta vez utilizando las redes sociales.
Feminicida
En San Cristóbal, Rodolfo Antonio Ramírez, alias “El Barbero”, fue detenido por la muerte de Lisett Melenciano, de 31 años, cuyo cuerpo fue hallado después de cinco días desaparecida, descuartizado y calcinado en un terreno baldío. Tras su detención, salió a relucir que ya había cumplido una condena de 18 años por la muerte de otra mujer.
Abusador de niños
José Antonio Glass (“Yoyón”) agredió sexualmente y le quitó la vida a un niño de 10 años al que sustrajo de los alrededores de su residencia aprovechando la vulnerabilidad de la víctima, quien tenía una condición especial. Después de este hecho, se dio a conocer que Glass cumplió una condena de 15 años por violar a otro niño de 10 años.
El Millón
Nelson Féliz Miranda, de 79 años, asesinó a su esposa, Mayra Martínez, de 65 años, y a la madre de esta, Doris Romero, de 86, por motivos pasionales, y luego se quitó la vida en el sector El Millón. En 1978, Nelson había cometido otro feminicidio, aunque nunca enfrentó consecuencias legales, se evidencia un patrón de violencia reiterada.
Estos acontecimientos reflejan una realidad preocupante: el ciclo de reincidencia sigue vigente, evidenciando fallas profundas en el sistema de rehabilitación de nuestro país y poniendo en duda la efectividad de las medidas destinadas a reintegrar a los reclusos tras cumplir sus penas.