SAN LUIS — Tras tres temporadas alejado de la competencia en Grandes Ligas, luego de una carrera de 19 años como dos veces campeón de la Serie Mundial, 10 veces All-Star y ganador de nueve Guantes de Oro, la leyenda de los Cardenales, el puertorriqueño Yadier Molina, parece estar interesado en regresar al dugout como mánager o coach en la temporada 2026.
Molina, de 43 años, publicó el jueves en Instagram dos fotos suyas sonriendo con el uniforme de los Cardenales y mensajes que decían estar “listo para volver al terreno –ya sea como coach o dirigente– en MLB, México o donde pueda seguir mi carrera en el béisbol, aportando y devolviéndole algo al deporte que me apasiona”.
Según una fuente, Molina ha estado en conversaciones con el piloto de ascendencia dominicana Óliver Mármol y con el nuevo presidente de operaciones de béisbol, Chaim Bloom, sobre una posible incorporación al cuerpo de instructores de los Cardenales en 2026 como coach.
Molina tiene una relación cercana con Mármol desde los tiempos en que este era coach de primera base y coach de banca en San Luis. Además, Mármol dirigió su primera temporada como mánager en 2022, año en el que Molina disputó su última campaña como jugador. Ese mismo año, Molina participó como coach invitado en dos series de cierre de temporada en el Busch Stadium, y fue ovacionado cada vez que salió al plato a entregar la tarjeta de alineación.
En declaraciones recientes a El Vocero de Puerto Rico, Molina confirmó conversaciones con los Cardenales para sumarse al staff de coaches en 2026:
“Ahora mismo estamos en contacto con [San Luis], para ser coach de los Cardenales [y] ayudar a Mármol”, dijo Molina. “Él sigue siendo el líder, pero yo estaría ahí a su lado. No hay nada concreto aún, pero estamos trabajando en eso”.
El interés de Molina por convertirse en coach llega justo cuando otro ícono de los Cardenales, el dominicano Albert Pujols, ha sido entrevistado para puestos de capataz con los Angelinos y los Orioles. Pujols, quien se retiró junto a Molina en 2022 vistiendo el uniforme de San Luis, jugó 12 temporadas con los Cardenales (2001-11, 2022), ganó dos títulos de Serie Mundial (2006, 2011) y fue Jugador Más Valioso de la Liga Nacional en 2005, 2008 y 2009.
Skip Schumaker, excompañero de Molina y Pujols en los títulos de 2006 y 2011, fue nombrado mánager de los Rangers la semana pasada. Otro campeón de 2011, Nick Punto, también ha sido entrevistado para el puesto de piloto con los Mellizos.
Molina jugó toda su carrera en MLB con los Cardenales y ostenta el récord de más juegos como receptor con un mismo equipo (2,184). Junto al lanzador Adam Wainwright, posee los récords de más aperturas (328) y más victorias (213) como batería en la historia de MLB. También tiene el récord de más aperturas consecutivas como receptor titular en un Día Inaugural (15, de 2005 a 2019). Además de sus cuatro Guantes de Platino y haber liderado cuatro veces MLB en porcentaje de corredores atrapados, acumuló 2,168 hits, 176 jonrones y 1,022 carreras impulsadas.
Molina volvió al Busch Stadium esta temporada como coach invitado en dos ocasiones, su primera aparición desde la ceremonia de retiro de Wainwright al final de 2023. En diciembre de ese año, acordó un rol como asistente especial del entonces presidente de operaciones John Mozeliak, pero no pudo ejercerlo por motivos familiares en Puerto Rico.
Durante sus días como coach invitado (del 8 al 10 de agosto y del 5 al 7 de septiembre), Molina expresó su deseo de reintegrarse al béisbol a tiempo completo, ahora que su hijo Yanuell jugará en la Universidad de Texas en Arlington.
“[Dirigir] está en mis planes y en mi futuro, pero ahora estoy concentrado en mi familia porque se lo merecen”, dijo Molina el 8 de agosto antes de un juego entre Cardenales y Cachorros. “Pero sí, en el futuro me gustaría ser coach. Paso a paso”.
“La idea es venir aquí y ayudar a los receptores, darles consejos y hacerlos mejores”, agregó. “Solo quiero estar aquí para ayudar. No vengo a cambiar nada. Solo quiero apoyar a los jóvenes en lo que pueda. Y quiero disfrutar el juego. No extraño jugar; extraño estar en el terreno. Pero simplemente estar aquí, de vuelta en San Luis, significa mucho para mí. En esta ciudad, la gente se preocupa por mí y por mi familia”.